En primer lugar, te hablaremos de las principales características de ambos tipos de puerta. Las abatibles, en concreto, son las más comunes y típicas en la gran mayoría de hogares.
Están sujetas al marco mediante bisagras y, para abrirse y cerrarse, giran sobre un eje. Pueden tener una o dos hojas y se usan tanto en entradas como en habitaciones o armarios.
Entre sus principales ventajas, destacan la facilidad en su instalación y en el mantenimiento, así como su mayor hermeticidad y aislamiento térmico y acústico. Además, están disponibles en una gama muy amplia de acabados, así como materiales y sistemas de cierre.