Conocidos también como sistema de apertura a presión, es uno de los más económicos y prácticos. Permite abrir el sofá para convertirlo en cama de forma sencilla, tan sólo empujando el respaldo hacía atrás.
El resultado es el respaldo y los asientos en posición totalmente horizontal, lo que hace la función de cama. Como ventajas, destacan su rápida apertura y su conveniencia para habitaciones pequeñas o para segundas residencias donde se quiera tener la posibilidad de contar con una cama extra.
Como desventaja, este tipo de sofá puede no resultar tan cómodo como otras opciones, ya que el colchón es el propio respaldo y asientos del mueble. Sin embargo, es perfecto para su uso ocasional por los puntos positivos mencionados.